
Capítulo 4
Gaby entró en el camerino y encontró un ramo de rosas que la esperaba junto con un billete sencillo y sin nombre.
“PENSÉ TODA LA NOCHE EM TI Y ESPERO ANSIOSO POR LA PLATICA QUE ME PROMETISTE.
TE AMO”
No es necesario que hayan firmado la tarjeta. Antes de leerla, Gaby ya sabía que se trataba de Bernie. Una sonrisa cada vez más grande y el corazón latía más fuerte. Puso la carta en el fondo de la bolsa, para que nadie la viera y puso las flores en un lugar adecuado. Mientras ella arreglaba las flores en el frasco, la porta se abrió y para la alegría y nerviosismo de Gaby…
“Espero que te hayan gustado a las flores, aunque no sea tan linda como tú!”
El cuerpo de Gaby congelo, pero el latido de su corazón acelerado trajo una hermosa sonrisa y ambos se abrazaron, todavía un poco tímidos.
Gaby – “Gracias por las flores. Son muy lindas.”
Bernie – “¿Leíste la tarjeta? ¿Podemos platicar ahora?”
Él trató de oculta, pero la ansiedad de saber lo que Gaby quería decir era gigante. Todo lo que soñó toda su vida se resumía en esta conversación y no podía esperar más.
Gaby tampoco pudo ocultar su nerviosismo. Como ella iba a decir a él que no hay manera de asumir esta relación, no ahora, en el medio de las grabaciones de la novela. Ella no quería hacer frente a la crítica y millones de especulaciones sobre su vida. Pero tenía que decírselo de alguna manera. Bernie estaba allí, nervioso y ella no podía aplazar está conversación.
Se sentó en un pequeño sofá que estaba en su camerino y tratando de evitar una aproximación hizo que Bernie se sentara en una silla al lado.
Gaby – “Bernie, tú sabes que yo no mezclo mi vida personal con la profesional y, además, me tomó por sorpresa ayer. No sabía qué hacer. Pero, sinceramente, no puedo tener una relación en este momento. No puedo exponerme así. Necesito concentrarme en mi trabajo para no volverme loca!”
Bernie – “Te entiendo, Gaby. Y como siempre, seré sincero. Sí, estoy muy enamorado de ti, no estoy confundiendo el trabajo y la vida personal. Sí aún no me entendiste, yo estoy enamorado de Gaby y no de Emperatriz”.
Ignorando el intento de alejamiento de Gaby, Bernie se sentó en el sofá junto a ella… “Yo no estoy pidiendo que se enamore perdidamente por mí, mucho menos para asumir una relación. Sólo necesito saber… Necesito que me digas que no sentiste nada cuando te besé ayer. Si me dices esto, te prometo no insistir más en el tema".
Gaby – “Bernie, no te puedo decir que no sentí nada...” En este punto, Bernie sonrió y luego se acercó más, pero Gaby se levantó del sofá y siguió hablando de espalda a Bernie, porque no podía perderse en sus ojos... “Entiéndeme!” Es todo muy difícil para mí. Eso nunca me había pasado antes. No puedo sentir esas cosas por un compañero de trabajo.”
Bernie se levantó del sofá y lentamente abrazó Gaby por la cintura, tiró su cabello a un lado y le susurró en el oído: “Sé que es una sorpresa para ti, pero sus palabras me confirmaron que seremos felices juntos.” Bernie se volvió, para que se pudiesen mirar a los ojos. “Te estaré esperando, siempre, porque tú eres la mujer que elegí para mí”.
Gaby completamente emocionada con lo que Bernie acababa de decir, quedó paralizada por un tiempo. Los dos se miraron entre sí, pegados a la frente, y por mucho que quisieran resistirse, ella no logró y se entregó a otro beso, un suave y lento beso, para que pudieran tratar de entender lo que estaba sucediendo… Bernie abrazó aún más fuerte a Gaby, dando más fuerza al beso, pero Gaby lo empujó levemente, terminando el beso con una cara de tristeza.
Gaby – “No puedo, Bernie”.
Bernie – “No te sientas obligada a nada. Vamos a grabar en un rato. Se detiene a pensarlo con calma después. Te espero en el estudio”.
Bernie ni esperó la respuesta de Gaby y salió. Dejando Gaby aún más dividida, pero tenía razón, tenía que concentrarse para grabar.
Las escenas siguientes no serían fáciles. Emperatriz tenía que demostrar que estaba feliz con Alejandro, pero Gaby no dejaba de pensar en la felicidad que podría sentir sí estuviera con Bernie.